Dentro de las energías renovables, la energía eólica es una de las fuentes de excelencia, debido a que emplea la fuerza del viento para generar electricidad. Para ello, utiliza aerogeneradores, que son molinos de viento que transforman la energía cinética del viento en energía mecánica. A continuación, abordaremos lo que tienes que saber sobre la energía eólica y la diferencia respecto del medio en el que ésta se produce.

¿De qué hablamos cuando hablamos de energía eólica?

Ciertamente, la energía eólica es la energía limpia que proviene del viento. Para entender su funcionamiento, se debe tener en cuenta que la radiación solar calienta de forma diferencial la atmósfera, provocando que la temperatura del aire sea distinta de acuerdo a la zona del mundo de la que se trate. Mientras el aire caliente sube reduciendo la presión atmosférica en la superficie de la tierra, el aire frío baja para reemplazarlo, dando lugar al viento.

Por otro lado, el aire tiene masa, por lo que provoca energía cinética cuando está en movimiento, gracias al efecto de las corrientes de aire. Los aerogeneradores emplean dichas corrientes para transformarlas en electricidad a través de lo que es una fuente de energía limpia que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de otras fuentes energéticas.

Para comprender un poco mejor lo anterior, hay que considerar que los aerogeneradores lo que hacen es transformar la energía cinética del viento en energía eléctrica o mecánica según los usos requeridos en cada caso. Si bien los aerogeneradores antiguos producían energía mecánica, los modernos producen electricidad.

Los desafíos de los parques eólicos terrestres

La energía eólica producida en continente es algo muy extendido en la actualidad. Hoy en día, se estima que los parques eólicos terrestres representan alrededor del 90% de la producción total de energía eólica a nivel global, aunque la alternativa marítima se encuentra en profundo crecimiento. Algunos de los principales desafíos de esta metodología incluyen tener los equipos siempre en condiciones y adaptar la construcción a la orografía de la zona en cuestión.

Los desafíos de los parques eólicos marítimos

En lo que refiere a los parques eólicos marítimos, que están en constante expansión, éstos tienden a ser megaestructuras que se construyen a aproximadamente unos 41 kilómetros de la costa y son asentados a una profundidad media de cerca de 27 metros. Esto puede traer consigo algunos desafíos, como es el transporte de las partes de la turbina a la ubicación del parque, el ensamblaje de las palas y la forma en que se coloca la góndola en la torre.

Asimismo, uno de los grandes desafíos de esta metodología se relaciona con contar los equipos adecuados de elevación. También se deben considerar las condiciones climáticas del mar y las complejidades de las mismas. De todas maneras, lo cierto es que son esas propias condiciones climáticas las que pueden facilitar la producción de energía eólica para el abastecimiento requerido de cara a la descarbonización.

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“Creamos energía con la fuerza del viento”