En un camino sostenido para alcanzar una mayor sustentabilidad en términos de generación de energía, el año pasado Brasil se convirtió en nada menos que el primer país de América Latina en poner en funcionamiento un parque solar flotante. Esto requirió la instalación de 1.852 módulos sobre una superficie de 8.000 metros cuadrados y una inversión aproximada de 5 millones de reales, a fin de ofrecer una capacidad de generación eléctrica de 1 MW.

Una isla solar para el desarrollo energético sostenible

Considerada popularmente como una verdadera isla solar, el parque solar flotante se ubica en el municipio de Rociera, en el estado de San Pablo. Un aspecto interesante a destacar es que se trató de una verdadera obra de ingeniería que se desarrolló sobre una cantera de minería agotada. El pozo, ya abandonado, fue tomado para ser convertido en un dique que se convirtió en hogar de paneles fotovoltaicos.

La encargada de construir la isla fue la compañía F2B. La misma es especialista en proyectos fotovoltaicos. Hoy, dicha isla es capaz de soportar hasta 350 kilogramos por metro cuadrado. También ofrece espacio para albergar tanto inversores como transformadores, para lo que ha tenido intervención, además, tecnología de origen europeo.

Otro punto interesante a destacar es que la empresa F2B se ha asociado con NRG Island, empresa italiana. Esta última es la que se ha encargado del diseño y la construcción de sistemas fotovoltaicos a nivel mundial desde el año 2010. Además, si bien esta empresa italiana no ha participado de forma directa en el proyecto, sí lo ha hecho a través del ofrecimiento de su tecnología, que fue usada localmente gracias al acuerdo realizado entre ambas compañías.

El destino de la electricidad

Ahora que hemos visto cómo se ha generado el proyecto del primer parque solar flotante de América Latina, queremos hacer referencia al destino de la electricidad. De acuerdo a lo que se ha informado, el destino de la misma, desde su puesta en funcionamiento, es la satisfacción de las necesidades energéticas de una unidad minera que es gestionada en Brasil por el Grupo AB Areias, en el marco de los planes de sostenibilidad del grupo. Lo que han explicado es que esto se traduce en menos gasto en materia de energía eléctrica.

Hay que destacar que, a diferencia de lo que pasa con los parques solares convencionales, los flotantes ofrecen muchas ventajas, como son que no ocupan espacio en la tierra, dejándolo disponible para otros usos, al tiempo que permiten aprovechar la infraestructura de los embalses, alcanzan un buen rendimiento y minimizan la evaporación del agua.

Cabe destacar, además, que éste no ha sido el primer parque solar flotante del mundo. Anteriormente, Japón ha hecho eco desde hace tiempo de contar con uno de los parques solares más grandes del mundo. También se puede destacar el caso de España, donde el Ministerio para la Transición Ecológica se encuentra impulsando un plan para instalar módulos fotovoltaicos a desarrollar en embalses.

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“Creamos energía con la fuerza del viento”