A lo largo de los siglos, el desarrollo tanto industrial como energético a nivel mundial se ha basado en combustibles fósiles, como es el caso del petróleo, el gas natural y el carbón. Pero esta es una tendencia que está cambiando sustancialmente a lo largo del globo, especialmente motivado por las evidencias relacionadas a la crisis climática. En este sentido, los países se enfocan cada vez más en generar alternativas para migrar hacia las energías renovables que no tienen impacto ambiental, como es el caso de la energía solar, la eólica y la geotérmica.

A pesar de lo anterior, una de las preguntas que aparece con más frecuencia es cuánto tiempo tomará para que los combustibles fósiles se dejen de usar por completo y la generación de energía se pueda basar completamente en las fuentes renovables.

Combustibles fósiles y energías renovables: una relación de coexistencia

De acuerdo a distintos inversores, a lo largo de las próximas décadas los combustibles fósiles y las energías renovables coexistirán. Esto se debe a que la demanda energética a nivel global sigue creciendo y la infraestructura renovable todavía no tiene la capacidad de abastecer completamente las necesidades de consumo en el mundo. A pesar de los avances que se están dando en la actualidad en relación a las energías limpias, la dependencia respecto de los combustibles fósiles sigue siendo muy alta, fundamentalmente en aquellos sectores más complejos de electrificar como son la aviación, el transporte marítimo y determinadas industrias pesadas.

Además de lo mencionado anteriormente, se toma en cuenta en esta interpretación que la transición hacia una matriz energética limpia en su totalidad necesita una inversión considerable en redes de transmisión, tecnologías de almacenamiento y adaptación de infraestructuras, lo que trae consigo una ralentización del cambio.

Desafíos de la transición energética

Junto con los aspectos mencionados con anterioridad, cabe destacar que la transformación hacia las energías renovables es algo que enfrenta barreras económicas. Si bien es cierto que hoy en día la producción de este tipo de energías ha visto reducido su costo a lo largo de la última década, todavía es necesaria una inversión masiva para poder adaptar los sistemas energéticos actuales a lo necesario para el abastecimiento limpio.

Si no se lleva a cabo una planificación adecuada que posea los fondos suficientes, las energías renovables podrían acabar conduciendo a precios inestables de energía, afectando la estabilidad de la generación energética y también las economías nacionales. Así, se puede afirmar que los combustibles fósiles pueden servir como un recurso de transición para garantizar el abastecimiento, sobre todo en países con infraestructura menos desarrollada.

Para concluir, el avance que los aerogeneradores están teniendo a lo largo del último tiempo es muy relevante a fin de acelerar la transición hacia un sistema energético limpio y sostenible. La energía eólica es una de las opciones más escalables para promover el reemplazo de los combustibles fósiles, al tiempo que el desarrollo de aerogeneradores más eficientes podría permitir la generación de energía a gran escala.

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“Creamos energía con la fuerza del viento”