El mundo de las telecomunicaciones se encuentra en constante transformación de cara a los avances tecnológicos en esta materia. No obstante, las antenas aparecen como elementos cruciales tanto para la transmisión como para la recepción de señales.

En función de su diseño, su funcionalidad y su ubicación estratégica, existen distintos tipos de antenas que se adaptan a las necesidades de conectividad, fundamentalmente en áreas aisladas en las que el acceso a las conexiones convencionales puede ser limitado. Por eso, en esta ocasión abordaremos los desafíos que representa hoy en día la alimentación energética de estas antenas.

Los tipos de antenas en el mundo de las telecomunicaciones

Siguiendo lo mencionado con anterioridad, hoy en día podemos destacar los siguientes tipos principales de antenas para las telecomunicaciones. Éstos son:

Las parabólicas

Las antenas parabólicas se destacan por su diseño de plato parabólico y ofrecen alta precisión. Se usan fundamentalmente en las telecomunicaciones satelitales como así también en las redes de televisión, al tiempo que se emplean frecuentemente en las zonas rurales en las que se requieren conexiones a larga distancia.

Las direccionales

En cuanto a las direccionales, son antenas que se especializan en concentrar la emisión y la recepción de señales hacia una dirección específica. Una de sus principales ventajas tiene que ver con su alcance y eficiencia, por lo que se usan frecuentemente en enlaces punto a punto, como es el caso de la comunicación satelital o de las redes de microondas.

Las omnidireccionales

Finalmente, las antenas omnidireccionales emiten y reciben señales en todas las direcciones pero de manera uniforme. Se usan con frecuencia en estaciones base, redes locales y áreas urbanas con múltiples usuarios. Cuentan con un diseño sencillo, lo que facilita la instalación, aunque es importante mencionar que su alcance puede ser limitado.

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Alimentación de las antenas en zonas aisladas

Para concluir, queremos hacer referencia a la alimentación energética de antenas de telecomunicaciones en zonas remotas. Ésto representa uno de los grandes retos en la actualidad, fundamentalmente a la hora de conectar zonas rurales o alejadas. Al no poder contar con una red eléctrica convencional, es clave acceder a fuentes alternativas que permitan la operatividad necesaria. Así, algunas de las alternativas más usadas son:

Los generadores eólicos: Son interesantes en las áreas de viento constante, debido a que tienen capacidad para generar energía limpia y continua de manera eficiente.
Los paneles solares: Captan la energía del sol para alimentar las antenas, almacenándola en baterías para uso nocturno o en días de condiciones climáticas adversas.
Los sistemas híbridos: Por último, los sistemas híbridos combinan generadores eólicos y paneles solares para asegurar que el suministro de energía sea constante. Pueden ser una buena opción en las regiones en las que los climas son variables.
Las alternativas renovables son una excelente alternativa para garantizar la operatividad de las antenas de telecomunicaciones en zonas alejadas y promover el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible.

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