Hoy en día, los paneles solares se han convertido en una de las alternativas más buscadas a la hora de apostar por la generación de fuentes de energía limpia y renovable. Pero, al mismo tiempo, es una opción muy buscada por quienes quieren invertir en algo que pueda durar muchos años y reducir el consumo energético. Esto, entendiendo que, hoy, la duración de los paneles solares suele rondar en torno a los 20 o 30 años, pero siempre dependiendo de las condiciones en que sean tratados y del mantenimiento que se les realice.

¿Es necesario el mantenimiento en los paneles solares?

Si bien es cierto que los paneles solares son resistentes y duraderos en el tiempo, son aparatos que se instalan en el exterior. Por eso, quedan expuestos a las adversidades del clima, como puede ser el viento, la lluvia, la suciedad que se deposita en los paneles, entre otras cosas.
Por esto, es indispensable que se lleve a cabo un adecuado mantenimiento de los paneles solares, como así también de la energía solar del sistema de producción autónomo de la vivienda. De hecho, se estima que la suciedad acumulada en los paneles puede ocasionar un desaprovechamiento del 8 % en la energía que el panel en perfecto estado puede acabar generando.

¿Cómo debe ser este mantenimiento?

Lo primero que se recomienda hacer es limpiar los paneles a través de agua y una pequeña cantidad de jabón. Además, se aconseja usar una esponja. De todos modos, es muy importante evitar el uso de todo tipo de productos que puedan ser corrosivos para estos paneles, debido a que pueden dañar la superficie de forma permanente. Como norma general, se recomienda hacer la limpieza entre 3 a 4 veces al año, aunque se puede considerar más en caso de que se viva en zonas con mucho viento o con condiciones climáticas complejas.
Al mismo tiempo, al realizar esta limpieza, es muy importante cuidar la seguridad. Por eso, lo mejor es leer primero el manual de instrucciones y familiarizarse con los procesos adecuados recomendados por cada fabricante en particular. Asimismo, el propietario de las placas debe estar atento a los otros sistemas fotovoltaicos, procediendo a sustituir aquellos que puedan estar teniendo un funcionamiento ineficaz o que estén dañados. La mejor forma de controlarlos es acudiendo a la empresa de instalación para que pueda hacer revisiones periódicas de los sistemas y constatar que todo esté bien.
Para terminar, también se debe verificar la temperatura de las placas fotovoltaicas de forma periódica, asegurándose de que se encuentren dentro del rango de temperatura recomendado a la hora de estar en funcionamiento. Hay que tener en cuenta que, si la temperatura es demasiado alta, puede reducir la eficiencia del conjunto de los paneles, viéndose afectada su efectividad.

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