A medida que las energías alternativas se extienden y reemplazan a los sistemas convencionales, vamos conociendo un poco más acerca de su funcionamiento y de cómo optimizarlo para obtener el máximo provecho. En este escenario, queremos hablar en este caso de los tipos de baterías que se implementan mayormente en la actualidad tanto en la energía eólica como la solar, para que puedas conocer un poco más al respecto.

Las baterías para energía eólica

En primera instancia, existen varios tipos de baterías que se pueden aplicar a la energía eólica y que están basadas en distintos químicos que llevan a cabo la conversión necesaria para el almacenamiento de energía.
Las más comunes son las que mencionamos a continuación:
Níquel-hidruro metálico: una de estas opciones es una batería con una muy alta capacidad de almacenamiento de energía. Sin embargo, tiene un problema que es el de ser una alternativa altamente contaminante.
Plomo ácido: es una de las baterías más extendidas y usadas en la actualidad. Son baterías pesadas y un poco tóxicas, debido a que se fabrican con plomo que es, al mismo tiempo, altamente contaminante.
Níquel-cadmio: con un precio más alto que las baterías anteriores, estas cuentan también un alto nivel de rendimiento. De todos modos, suelen perder capacidad con cada ciclo.
Ion litio: finalmente, las baterías de ion litio son altamente eficientes y no pierden niveles de capacidad considerables. Si bien pueden contaminar, son fácilmente reciclables y su mantenimiento es bajo.

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Las baterías para energía solar

Por su parte, las baterías solares más utilizadas en la actualidad son aquellas que están hechas con electrolito líquido. Una de las dudas más comunes es si se debe comprar una batería de litio o de plomo ácido. Las de plomo ácido son las más utilizadas debido a su menor costo. No obstante, las de litio han evolucionado mucho con el paso del tiempo, llegando a consolidarse como una alternativa real e interesante.
Las baterías de litio proporcionan una mayor densidad energética y tienen una vida útil más elevada, como así también capacidad de carga más rápida y una baja tasa de autodescarga. También es importante destacar que las baterías de litio ganan popularidad en las instalaciones solares debido a que no se sobrecalientan, por lo que son más seguras. Tampoco es necesario llevar a cabo en ellas un gran mantenimiento.
Dicho esto, en lo que respecta a los tipos de baterías más comunes en energía solar, podemos decir que estas son las siguientes:
· Las baterías AGM
· Las baterías Monoblock
· Las baterías estacionarias
· Las baterías de litio
· Las baterías de ciclo profundo o de gel

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